¿Qué tal si nos embarcamos en un viaje al pasado? Hoy haremos un pequeño recorrido guiado sobre la historia de los tintes capilares, pues no creas que el querer lucir un cabello lleno de color es una moda de la actualidad, sino que más bien viene de años y años atrás.
Lo cierto es que la historia de los tintes capilares es casi tan antigua como nuestra propia historias, osea que la coquetería sí la heredamos de los antepasados. Por tal razón hoy conoceremos un poco de ella, de los ingredientes que se han utilizado a través del tiempo para darle color al cabello y su evolución hasta lo que conocemos hoy en día.
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Cleopatra y los tintes capilares más antiguos
Para nadie es un secreto que los egipcios le daban muchísima importancia al cuidado del cabello y la piel, pues en muchas tumbas que se han encontrado, se han descubierto una infinidad de cosméticos, aceites, ungüentos y cremas de la época; los cuales eran utilizados para embellecerse y protegerse de las inclemencias del clima del desierto.
El Kohl y la Henna eran los elementos utilizados como tinte por esta civilización, el primero de origen mineral y el segundo de origen vegetal.
Griegos y Romanos con la primera decoloración de cabello
En la Edad Antigua, los griegos y los romanos ya teñían también sus cabellos; pero mientras los griegos utilizaban la pasta de henna como los egipcios, los romanos se ingenieron un proceso diferente que además de teñir el cabello también permitía decolorarlo.
En la época de los romanos, las esclavas galas lucían una cabellera rubia. Esto fue de gran influencia para que las romanas buscaran la forma de crear un proceso de decoloración para su cabello, la cual consistía en aplicar una pasta preparada con cenizas de madera de haya y sebo de cabra. Posteriormente para teñir el cabello utilizaban sales de plomo y extractos de plantas como las bayas negras, la henna y la corteza de nuez.
El Renacimiento y la expansión europea de los tintes capilares
En Venecia se dió origen a otra técnica de decoloración, donde por medio de la aplicación de la sosa natural y la exposición del cabello al sol por horas, se lograba una aclaración de la fibra capilar. Los cabellos, después de decolorarse, podían teñirse de diferentes colores mediante elementos vegetales. Dicha técnica se extendió por el resto de Europa y Francia.
También para teñir el cabello se utilizaron preparados obtenidos de la maceración y extracción de plantas, raíces y cortezas de árboles. Además de que en Francia se estaban utilizando unos polvos para teñir el cabello a base de una mezcla de flores secas como violetas y lirios, cenizas y extractos vegetales.
Época Barroca con pelucas tinturadas
Esta época se caracterizó por la tendencia de utilizar pelucas, las cuales eran tinturadas empleando extractos obtenidos de la maceración y cocción de plantas, como ruibarbo, musgo, nuez de agalla, corteza de abedul, entre otras.
Otro método que utilizaban era dejar secar las plantas, trocearlas y mezclarlas con ceniza de árbol, para luego mezclarla con agua caliente y depositarla sobre el cabello por horas. Para potenciar estos tintes capilares utilizaban alumbre de potasio.
En 1860, surgió lo que llamaban “el agua dorada de la fuente de la juventud”, la cuál era el agua oxigenada que de igual forma estaba compuesta por extractos vegetales y se utilizaba para la decoloración.
Edad contemporánea, evolución de los tintes capilares
Los siglos XIX y XX fueron los más importantes hablando de los avances en el cuidado y el teñido del cabello, pues están marcados por la rápida evolución de los tintes capilares.
A mediados del siglo XIX se comienza a utilizar el “Agua de Grecia” o nitrato de plata como producto para teñir el cabello, además de que en 1840 se descubren las anilinas y comienzan a formar parte de los cosméticos para el cabello.
Al químico Eugéne Schueller, le debemos la creación de los tintes capilares como los conocemos hoy en día; pues fue quién comenzó a utilizar la parafenilendiamina en la Francia del siglo XX, que es la base de la coloración tal y como la conocemos hoy. Él mismo comenzó a comercializar sus tintes directamente a los peluqueros franceses y fundó la “Fabrica de tintes inofensivos para el cabello”.
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Desde entonces, los tintes capilares continúan desarrollo para ofrecer productos innovadores que protejan y nutran el cabello; que cumplan con altos estándares de calidad, ausencia de toxicidad y protección del medio ambiente.
¡Imagínate todo lo que ha pasado en la historia de los tintes capilares para que en la actualidad podamos teñir nuestro cabello de colores inimaginables! Todo esto antes de llegar a la formulación de tu tinte favorito de Univital.